Queso artesano de la Sierra de Aracena, sabor artesano
El mantenimiento y la recuperación de numerosas tradiciones de la Sierra de Aracena están dando sus frutos en las últimas décadas. Los ricos sabores de la gastronomía del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche han conseguido que muchos artesanos empiecen a ver salidas económicas a una serie de actividades transmitidas de generación en generación y que han estado a punto de caer en el olvido por el desarrollo imparable de la sociedad del consumo masivo.
Los mercados internacionales extranjeros han acogido con gran satisfacción la entrada de productos derivados de la castaña, mieles de todo tipo, dulces artesanales y también los populares quesos de cabra hechos con la receta de la abuela. Todos ellos, unidos a los derivados del cerdo ibérico, están conformando una verdadera avanzadilla promocional para un Parque Natural cuyo crecimiento en materia turística no está cogiendo por sorpresa a muchos de los vecinos que han sabido continuar con la tradición familiar, a sabiendas de que éste era el camino correcto.
Si las denominadas conservas vegetales se han abierto hueco en forma de mermeladas, pastelería o derivados de castañas (al brandy, marrón glacée…), otra variedad de productos sigue avanzando en los mercados nacionales e internacionales, que ya adoran las cualidades del queso de cabra de la Sierra de Aracena.
María Jesús Rodríguez es la propietaria de la Quesería Artesanal Monte Robledo de Aracena y una de las principales precursoras de este renacimiento del queso de cabra en este Parque Natural. Su familia ha estado siempre estrechamente ligada a la fabricación de quesos de cabra con leche cruda, un producto de gran tradición en esta tierra por la importante cabaña caprina existente.
En 1994 retomó la tradición quesera de su madre y los primeros 40 litros de leche de cabra cruda que su padre le proporcionó dieron pie a la puesta en marcha de una firma referente en el mundo de la artesanía gastronómica.
El éxito de los quesos en Aracena y el boca a boca posterior fueron su mejor tarjeta de presentación. Tanto, que otras tantas queserías de esta zona siguen permitiendo que este sabor único llegue a todos los mercados. Porque países europeos como Italia y Alemania ya conocen el sabor tan peculiar de los quesos de cabra de la Sierra de Aracena, aunque su aroma también puede encontrarse incluso en tiendas especializadas de Estados Unidos y Canadá.
Ellos, como guiño a la Sierra de Aracena en la que desarrollan su actividad, han querido bautizar a sus distintas variedades con nombres tanto de Aracena, su base, como del resto de aldeas de este término municipal, una promoción excelente para el encanto de estos núcleos de población rural a través de un sabor único y artesano.
De hecho, cuentan en Aracena con todo un evento específico para este producto: El Mercado del Queso Artesano, espacio ideal para la promoción de este sabor propio del queso de Aracena, que se suma a otras variedades llegadas desde toda España en un evento que hace las delicias de los amantes de este producto.
La experiencia de estas empresas en el campo del queso de cabra de Aracena está sirviendo para que otros emprendedores se introduzcan en el mundo de la gastronomía artesanal de la Sierra de Aracena con notable éxito en el caso de los derivados de castaña, licores de frutos silvestres, dulces artesanales, mieles y, por supuesto, los derivados del cerdo ibérico, que han llegado incluso hasta el mercado japonés.
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