Afortunadamente, la Sierra de Aracena y Picos de Aroche no vive sólo de su jamón ibérico. Los recursos naturales que ofrece su Parque son un suculento atractivo para los miles de visitantes que cada año eligen este espacio protegido como lugar para pasar sus vacaciones y descansar. Las especiales condiciones que ofrece esta comarca permiten la existencia de más de 500 especies diferentes de setas, comestibles y tóxicas.

Esta proliferación permite que, cada otoño, tras la caída de las primeras lluvias, los campos se llenen de amantes del mundo micológico en busca de las preciadas ‘tanas’ (Amanita caesarea), ‘tentullos’ (Boletus edulis) o ‘gallipiernos’ (Macrolepiota procera), tres de las muchas especies comestibles y de gran valor culinario que hay repartidas por toda la comarca.

Este arraigo de la búsqueda de setas, su preparación culinaria y posterior consumo se ve apoyado por la existencia de un Punto de Información Micológico gestionado por la Consejería de Medio Ambiente y que comparte espacio con el Museo del Jamón. En la planta baja del edificio se encuentra este espacio –con entrada libre– destinado exclusivamente a dar a conocer e informar a todos los interesados en este mundo de la micología, que cada año atrae a más y más gente.

De hecho, el próximo mes de noviembre se celebran en Aracena las Jornadas Micológicas, una excelente oportunidad de salir al campo junto a expertos para aprender los trucos de los grandes buscadores y disfrutar del contacto con la naturaleza de la Sierra de Aracena que, en otoño, luce con más fuerza

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