La Sierra de Aracena y Picos de Aroche es una de las comarcas más ricas del mundo en variedad y en cantidad de setas que crecen a lo largo de todo el Parque Natural. Las primeras lluvias otoñales, acompañadas de un clima templado, de un suelo arcilloso y de un

Justo al pie del monte San Cristóbal, en su cara sur, se encuentra Almonaster la Real, y cada año, en el mes de noviembre es un placer para mi subir el sendero que lleva desde el pueblo hasta una de las cumbres más altas de nuestra Sierra de Aracena y

Una de las señas de identidad de nuestra Sierra de Aracena y Picos de Aroche son sus riveras y el momento más adecuado para disfrutarlas en todo su esplendor es la época de lluvias. Las riveras van arañando el terreno, desgastando las orillas y arrastrando toda la suciedad acumulada a

Cuentan las crónicas antiguas que ya los romanos utilizaban para tapar las ánforas del vino, un trozo de corteza de alcornoque envuelto en brea o resina. Estos eran grandes conocedores del vino, de sus secretos y de sus efectos afrodisíacos y embriagadores. Varios cientos de años más tarde, el corcho,

La Revista ‘Tapas y Viajes’ que edita El Correo de Andalucía ha visitado la Sierra de Aracena y Picos de Aroche recientemente para dar a conocer una de sus joyas patrimoniales por excelencia: la Ruta de los Castillos de la Banda Gallega, legado fortificado y pétreo que convierte a este

Nuestros abuelos, recorrieron estos caminos con vallados de piedra infinidad de veces, transportando todo tipo de mercancías, corcho, café, paja, castañas, bellotas… cargadas fundamentalmente sobre los lomos de mulas, dada la fortaleza de estos animales Etimológicamente, el término arriero proviene de la palabra arrear, es decir, estimular a las bestias

Alcornoques, pinos, encinas, jaras, madroños, castaños, chopos, lentiscos, fresnos, quejigos, brezos, sauces, robles, cantuesos y tantas otras especies conforman el legado natural de nuestra sierra. Cualquier época es buena para recorrer nuestros caminos, pero no hay nada como el brillo que las primeras lluvias de otoño dejan en nuestras retinas.

Atardeceres como el de esta imagen son una de las razones por las que vivo en Almonaster. En el sendero que sube hacia San Cristóbal y mirando al oeste, el cielo va tomando un color anaranjado al atardecer y las luces del pueblo colaboran de forma especial para hacer de