Monumentos Sierra de Aracena

Nieve de primavera en la Sierra de Aracena

¿Sabes que la nieve también suele llegar a la Sierra de Aracena en primavera? No es sólo un privilegio de algunos inviernos que nuestros campos se cubran de un manto blanco para disfrute de niños y no tan niños. La primavera en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche es siempre una explosión de colorido, de olores, de sonidos y de sensaciones que hacen que caminar por sus múltiples senderos se convierta en un auténtico premio, un privilegio que debemos valorar y entender.

Porque, generalmente, la Naturaleza nos ofrece regalos en los rincones más insospechados. Y las riberas de nuestra Sierra de Aracena son un claro ejemplo para ello. El cauce de estos riachuelos de aguas puras de nuestros manantiales permite la presencia de una vegetación profusa y muy específica, esencial para el mantenimiento de este ecosistema.

Entre las múltiples especies arbóreas existentes, el álamo (Populus alba) –conocido popularmente en esta tierra como ‘chopo’– es una de las fijas cercana a los márgenes de los riachuelos y regajos de la Sierra de Aracena, siempre con una característica altura de sus ejemplares, que pueden llegar hasta varias decenas de metros.

El vilano del chopo, causante de las ‘nevadas’

Precisamente ‘el chopo’ es el causante de un fenómeno que hace que las primaveras puedan tener su momento de nieve. Si, sí, nieve en plena primavera en la Sierra de Aracena. Y, ¿cómo es posible?

El periodo primaveral propicia la aparición del vilano, una especie de pelusa esponjosa a través de la que el árbol esparce sus semillas para permitir la aparición de nuevos ejemplares.

Esta especie de algodón –muy inflamable, por cierto, así que evitemos la tentación de prenderle fuego– cae durante los meses de abril desde los árboles y dejan estampas de nuestras riberas verdaderamente invernales. Todo queda cubierto del inmaculado vilano, con una textura agradable al tacto, para contrastar el verde primaveral de nuestros campos con una pincelada de blancura que sigue sorprendido a quien lo descubre.

No provoca ningún tipo de alergias respiratorias

Un detalle importante: los alérgicos pueden estar tranquilos. Pese a que pueda confundirse al vilano del chopo como causante de algún tipo de alergia respitartoria –como sucede con algunos tipos de polen–, está totalmente descartado que su presencia en cantidades ingentes como las que hablamos tenga alguna incidencia en el ser humano. Así que no hay excusa alguna para visitarlo y disfrutar de este paisaje primaveral único.

Fotos tomadas en el sendero Santa Ana la Real – Bosque de las Letras. Muy recomendable por cierto 😉

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