El Talenque. Galaroza – Valdelarco
En pleno corazón de la Sierra de Aracena reposa un rincón idílico para el descanso y el disfrute de la naturaleza, punto de partida de numerosas rutas de senderismo y espacio para la convivencia entre serranos durante décadas. El Talenque está situado en el término municipal de Galaroza, en las inmediaciones de la pedanía de Navahermosa, cuya carretera de acceso divide en dos este histórico espacio, al que puede accederse por el desvío a Valdelarco de la Nacional 435.
Su notable extensión y condiciones particulares le han conferido distintos usos y aprovechamientos a lo largo del tiempo. Así, la tierra arcillosa que tiene permitió tiempo atrás la instalación de dos hornos de teja, ladrillo y baldosas. Las aguas de su fuente se convertían en lugar de encuentro para las bestias de Navahermosa durante el verano, así como también servían para el lavado de la ropa e incluso tenía el Talenque un espacio propio para la trilla del cereal con varias eras y acogía también al ganado de aquellos propietarios sin tierras, cuyos animales aprovechaban los pastos.
Hoy día, el Talenque cuenta con un espacio para el recreo, gestionado por la Consejería de Medio Ambiente, en el que suelen reunirse grupos de amigos a disfrutar de celebraciones campestres. Asimismo, cercano al barranco del paraje, se encuentra la zona a la que la Hermandad de la Divina Pastora de Galaroza se traslada durante el último fin de semana de junio.
Y es que su arboleda es una de las señas de identidad de este oasis cachonero. Su parcela más oriental está declarada Zona de Reserva por su población de roble melojo (Quercus pyrenaica), de las más notables de todo el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Pero si algo caracteriza también a El Talenque es su carácter de encrucijada de caminos. Su privilegiada posición le permite conectar con el camino de Galaroza a Navahermosa, de Valdelarco a Aracena, de Valdelarco a Fuenteheridos, o de Navahermosa a Las Cañadas y La Nava. Sus condiciones lo transforman en lugar de obligado paso para todo senderista, que encuentra en sus rincones el espacio idóneo para el contacto con la Sierra de Aracena, para el descanso y para el disfrute de una naturaleza que tiene su cuna entre los cerros que rodean este remanso de tranquilidad.
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