Dulce de membrillo, sabor artesano de la Sierra de Aracena
La gastronomía de la Sierra de Aracena está muy ligada a los productos de la tierra. Uno de los dulces más típicos de la comarca es el que se elabora a base de membrillo. Su inconfundible olor recuerda a los otoños de nuestra infancia, que están marcados por el perfume de este plato elaborado de forma totalmente artesana y cuyo aroma inunda todos los rincones de la casa.
El otoño es la época para la recogida de este fruto, que perdura desde septiembre a marzo. Es durante estos meses en los que alcanza su tamaño, color y sabor ideal.
Lo curioso del membrillo es la transformación que sufre desde que está en el árbol hasta que da nombre al famoso dulce. Generalmente es un fruto agrio al paladar que, paradójicamente, tiene una dulzura final que embriaga a muchos una vez elaborado.
Desde tiempos remotos suele estar en las cocinas serranas para endulzar los desayunos y meriendas de los más pequeños, aunque no hay mayor que pase junto a una tarrina de dulce de membrillo y no sienta la tentación de probarlo. Combina a la perfección con todo tipo de quesos, con yogur natural y frutos secos, aunque hay un amplio abanico de posibilidades para degustar este exquisito bocado.
Este dulce de otoño, herencia de la antigua civilización griega, es un fruto cargado de simbología.Era muy apreciado en esta cultura y la tradición helena afirmaba que si una persona comía membrillo se llenaba de amor y fecundidad, por lo que solían entregarlos a los recién casados como dádiva por su enlace.
Ahora nos recuerda a la niñez y al amor con que madres y abuelas lo preparaban para complacer a todos los miembros de la familia. Es uno de nuestros postres caseros cuya esencia ha permanecido intacta con el paso del tiempo, una explosión de sabor que hace las delicias de los paladares más exigentes.
La receta del dulce de membrillo es muy sencilla, aunque, como en cualquier plato, los ingredientes pueden variar un poco dependiendo de la persona que lo realiza. Básicamente se necesita el membrillo, azúcar, un vaso de agua y el zumo de un limón (este último hay personas que no suelen utilizarlo).
El secreto está en el tiempo. Hay que realizar la cocción y mezcla de ingredientes a fuego lento, como se ha realizado tradicionalmente, para fundir el azúcar y obtener una especie de almíbar muy sabroso. Previamente, los membrillos deben pelarse y trocearse, dejando a un lado su parte central, que puede resultar amarga.
Se introduce todo en una olla y se deja cocer el membrillo troceado, el agua y el zumo de limón durante unos quince minutos. Transcurrido ese tiempo se retirar y se sigue removiendo para eliminar el exceso de agua. El siguiente paso es triturarlo todo hasta que se obtiene una especie de pasta suave y homogénea que se introduce en un recipiente hasta que cuaje. Una vez frío, se puede disfrutar del sabrosísimo dulce de membrillo, con su característico color rojizo apagado o anaranjado, aunque éste puede variar, dependiendo del grado de madurez de la fruta o su variedad.
El dulce de membrillo puede conservarse durante mucho tiempo, aunque es imprescindible cuidar que no tenga humedad, por lo que hay que asegurarse de que, tras cocerlo, no queden restos de agua. En la antigüedad podía aguantar todo el año en las alacenas de nuestras abuelas, sin necesidad de ningún tipo de conservantes. Hoy día, el periodo de duración puede ser aún mayor gracias a los frigoríficos que mantienen las propiedades del producto sin alterarlo.
La cocina tradicional es también un pilar del turismo en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y son muchos los visitantes que acuden para degustar los productos que le dan fama. La gastronomía de esta zona es muy variada y ha permanecido inalterable en el tiempo. Los postres clásicos con sabor a hogar confirman que todavía hoy se mantienen las tradiciones en muchas familias, en las que las recetas han pasado de madres a hijos, convirtiéndose en platos obligados para cualquier celebración que se preste. Muchos visitantes acuden a esta comarca para sorprender a su paladar. Probar el dulce de membrillo casero es una buena forma de conseguirlo.
Fotografía: Confitería Rufino Aracena
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