El mes de mayo trae de la mano su manto de primavera por todo el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. El verde inunda dehesas y riberas, las flores llenan con su aroma todo el ambiente y los pueblos de la comarca se engalanan para celebrar sus romerías, puntos de encuentro con una de las tradiciones más extendidas por toda la Sierra de Huelva. 

ROMERÍA DE LA CORONADA. CORTELAZOR LA REAL

Cortelazor la Real rinde culto a su Patrona, la Virgen de la Coronada,del 8 al 12 de mayo. El sábado 11 se celebra una fiesta campera en la ermita de la Coronada, a unos dos kilómetros del pueblo, para disfrutar de la gastronomía serrana y visitar a la Virgen, que reside todo el año en este paraje rodeado por la belleza de la dehesa.

El domingo es el día grande. A las 8 de la mañana, la comitiva de romeros sale con el Simpecado hacia la ermita, donde se viven momentos de gran emoción durante el canto de la Salve y el besamanos, así como con  la procesión de la Patrona, que congrega a multitud de fieles en esta fiesta, declarada de Interés Turístico. Ya por la tarde (19 horas), los romeros regresan a Cortelazor y celebran un animado baile para cerrar la fiesta.

ROMERÍA DE SANTA EULALIA. SANTA OLALLA DEL CALA

Santa Eulalia está viviendo estos días numerosos actos junto a sus vecinos, que han tenido la oportunidad de acompañarla en la procesión celebrada por las calles santolalleras y demás actos litúrgicos. El domingo se vivirá el día grande de esta romería, que reúne a vecinos y visitantes en el paraje de la Rivera de Cala, uno de los rincones más idílicos de toda la Sierra de Huelva y que, tras las últimas lluvias, irradia primavera por todas partes.

Hasta allí se trasladará a la imagen de Santa Eulalia en su carroza tirada por bueyes y arropada por multitud de fieles y devotos, a pie, a caballo o en carrozas para cubrir un camino de unos cuatro kilómetros entre la dehesa serrana. En esta jornada de celebración romera tiene especial interés el aspecto gastronómico, esencial una vez se llega a la Rivera de Cala y cada familia o grupo de amigos se reúne en torno a la buena mesa. Aquí no faltan los derivados del cerdo ibérico ni otros platos típicos de estas celebraciones, que se ofrecen amablemente al visitante.