Castillo Sancho IV. Cortegana
Cercana a Almonaster la Real, Cortegana emerge entre la escarpada orografía con su castillo en la cumbre. Nunca un edificio militar tuvo tanto significado en la vida de un pueblo. Cuando el viajero llega a Cortegana desde cualquier dirección, lo primero que lo deja perplejo es la majestuosa fortaleza de Sancho IV que se eleva sobre el resto de la localidad.
Sus piedras han contemplado siglos de historia y de cambios en la fisonomía del entramado urbano al que da cobijo, un entramado cuya riqueza histórica y monumental se ha convertido en un sugerente reclamo para los muchos turistas que acuden a Cortegana, una de las localidades con más solera de la Sierra de Huelva. Tras diversas obras de mejora durante el siglo pasado, el castillo corteganés puede ser visitado junto al museo que alberga en su interior. Desde allí, las vistas del pueblo y del entorno natural que rodea al pueblo son verdaderamente asombrosas. La masa forestal de dehesa del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, así como la de olivar y de frutales lo inunda todo, dando lugar a un paisaje en el que el verde no termina.
Castillos en la Sierra de Huelva (siglo XIV)
Según documentación de la Asociación ‘Amigos del Castillo de Cortegana’, la primera referencia documental que se tiene de esta fortaleza se encuentra en el ‘Ordenamiento’ otorgado por Alfonso XI al Concejo de Sevilla en 1344. A partir de esta fecha, y hasta mediados del siglo XVI, hay numerosas noticias relacionadas con el nombramiento de sus alcaides o reparaciones realizadas en el recinto. Todas ellas financiadas por el Cabildo sevillano, que gozaba de usufructo por delegación real.
La fortaleza está realizada en mampostería con rafas de ladrillo en las torres y en las salas interiores, según el tipo de construcción toledano. A finales del siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos, se levantó la Torre del Homenaje, mientras que entre 1512 y 1516 se realizaron nuevas obras, centradas en el refuerzo de murallas para soportar los nuevos proyectiles de artillería. A esta etapa se debería el actual sector residencial protegido por cuatro imponentes torres todavía en pie.
Es el castillo de la Sierra de Huelva que se encuentra en mejor estado para su visita. Cuenta con una cerca exterior, con un imponente muro de mampostería que se adapta a las curvas de nivel del terreno y protegido por diversas torres. En el centro de esta primera línea de defensa se sitúa el alcázar, un edificio de planta poligonal que acoge el patio de armas y las dependencias del alcaide.
El patio de armas es el espacio abierto más amplio del interior del alcázar, conectado al resto de dependencias a través de un paseo de ronda y con un aljibe en su subsuelo que se nutre de agua de lluvia. Las dependencias del alcaide se dividen en dos plantas (cinco estancias en la inferior y tres en la superior), cubiertas con bóveda de cañón. En su interior se encuentra hoy la colección de armaduras, armas, legajos, tapices y mobiliario medieval que ofrece este Castillo.
Epicentro cultural y de las Jornadas Medievales de Cortegana
El Castillo de Cortegana se ha convertido hoy en centro cultural para la Sierra de Huelva. Diversas actividades se celebran en su interior o su entorno, como las Jornadas Culturales de la Asociación ‘Amigos del Castillo’, o las afamadas Jornadas Medievales, una celebración que permite que, durante los primeros días de agosto, doncellas y juglares recorran las calles de la localidad como hacían cinco siglos atrás.
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